Un equipo de expertos conformado por investigadores de CENAMAD provenientes del Instituto Forestal (INFOR), la Universidad Católica (UC) y la Universidad de la Frontera (UFRO) realizó visitas a terreno que forman parte del proyecto “Monitoreo de los efectos del cambio climático en plantaciones forestales de pino piñonero (Pinus pinea L.) en Chile Central”. Esta investigación es uno de los 13 primeros proyectos capitales semillas que otorgó CENAMAD para incentivar al aumento de investigaciones del nuevo Centro Nacional de Excelencia para la industria de la Madera.
Estas visitas a terreno, realizadas desde el 6 hasta el 17 de marzo, forman parte de los análisis que el equipo se propone realizar en especímenes vivos y muertos de Pinea pinus L, conocido como pino piñonero. Seis lugares de la zona centro sur de nuestro país han sido seleccionados para realizar diversos ensayos multiambientales a árboles de esta especie, a los que se sumará una plantación que ha sido afectada por un prolongado periodo de sequía.
Esto porque el proyecto busca monitorear el impacto que diversas modificaciones ocurridas a las características del sitio y suelo, causadas por el cambio climático, puedan tener en la viabilidad, crecimiento y mortalidad de las diversas especies forestales. Además, busca resaltar la adaptabilidad del pino piñonero a un amplio espectro de condiciones ambientales, lo que le concede a esta especie una ventaja respecto de muchas otras especies arbóreas ante el escenario de cambio climático.
El objetivo de la investigación es poder correlacionar factores como productividad, sanidad, clima y fertilidad del suelo a través de estos múltiples ensayos, además de realizar análisis dendrocronológicos a árboles sobrevivientes a la sequía. Con esto, se busca poder desarrollar nuevos modelos de manejo adaptativo, que protejan tanto zonas afectadas como otras que podrían enfrentar estos cambios en un futuro próximo.
Desde el punto de vista socioeconómico, también es importante el uso agroforestal de esta especie para producir un superalimento: el piñón, que tiene un mercado internacional desarrollado, y que se puede plantar en sitios de menor calidad y menor disponibilidad de agua.
Entre los responsables de este proyecto está la investigadora de CENAMAD e INFOR Verónica Loewe, junto a los investigadores asociados Ricardo González (UFRO) y Claudia Bonomelli (UC).
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