Este desarrollo no solo contribuye a reducir la huella ecológica de los tratamientos preservantes de la madera y la gestión de la madera impregnada en desuso, sino que también podría mejorar significativamente el desempeño de la construcción con madera en edificaciones de mediana y gran altura

La Dra. María Graciela Aguayo, investigadora postdoctoral del Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera (CENAMAD) e investigadora del Departamento de Ingeniería en Maderas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Bío-Bío (UBB), obtuvo el pasado 14 de marzo la concesión de la patente de invención N° 70759, titulada “Una composición preservante de madera y método de elaboración de la misma”. Este logro marca un hito en la innovación y desarrollo tecnológico en el sector forestal-maderero.
La patente protege una formulación de preservante para madera basada en nanopartículas de cobre y celulosa. Diseñada para la protección de la madera de pino radiata, la más utilizada en la construcción en Chile, esta tecnología se destaca por su capacidad de reducir la lixiviación del biocida, mejorando la durabilidad y desempeño de la madera preservada una vez puesta en servicio. Así lo explicó la Dra. Aguayo en entrevista a la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la UBB.
“Una de las principales ventajas de nuestro preservante es que no contiene compuestos tóxicos ni cancerígenos, a diferencia de los preservantes convencionales, como el CCA (cobre-cromo-arsénico), cuyo uso ha sido ampliamente restringido internacionalmente debido a su impacto ambiental y riesgos para la salud”, comentó Aguayo.
Otro aspecto que destacó la investigadora es que la aplicación de este preservante para madera es completamente compatible con los procesos de impregnación de madera actuales; es decir, esta nueva tecnología se adapta sin necesidad de modificar la infraestructura y/o los procesos industriales en las plantas de impregnación de madera existentes. “Esto facilita su implementación a gran escala, ofreciendo a la industria forestal y maderera una alternativa más segura, sostenible y eficiente para la preservación de la madera”, dijo.
Un hito para la investigación aplicada
Para la Dra. Aguayo, esta patente representa un hito en su línea de investigación sobre protección de la madera y nanomateriales. “Este logro valida el carácter innovador de nuestro desarrollo y su potencial aplicación en el mercado. Además, refuerza el impacto de la investigación aplicada, asegurando que los resultados científicos no solo queden en publicaciones académicas, sino que se traduzcan en soluciones concretas para la industria forestal-maderera y para el usuario final”, señaló la investigadora.
Desde su perspectiva como investigadora, Aguayo destaca que este desarrollo materializa años de estudio en una solución concreta con impacto real. “Siempre he creído en la importancia de generar conocimiento que trascienda el laboratorio y pueda aplicarse para resolver problemáticas actuales. En este caso, desarrollar un preservante más seguro y eficiente no solo mejora la durabilidad de la madera, sino que también responde a la necesidad de soluciones más sostenibles para la construcción en madera y el sector forestal”.
Rol de CENAMAD en el desarrollo de I+D+i


Sobre el rol del Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera, Aguayo afirma que “CENAMAD desempeña un rol fundamental en la promoción de la investigación aplicada y la transferencia tecnológica en el sector de la construcción y la industria maderera. Su respaldo es clave en las siguientes etapas, asegurando que los avances científicos no se queden solo en el laboratorio, sino que lleguen a la industria de manera efectiva y con el soporte necesario para su escalamiento”.
En un contexto donde la protección de la madera es un factor determinante para fomentar su uso en construcciones de mediana y gran altura en Chile, la investigadora también valoró el trabajo articulado con el Centro: “Contar con instituciones como CENAMAD permite que soluciones innovadoras, como este preservante, tengan un impacto real. Su labor facilita la conexión entre la investigación y el sector productivo, promoviendo el desarrollo de tecnologías más sostenibles y eficientes que contribuyan a la competitividad y sustentabilidad de la industria maderera en Chile y el mundo”.
En cuanto a los próximos pasos, Aguayo detalló que “el patentamiento es solo el primer paso. Ahora, el desafío es escalar esta tecnología y facilitar su adopción en la industria. Se espera establecer alianzas estratégicas con empresas que desarrollan y comercializan productos a base de nanopartículas de cobre, así como con aquellas que fabrican preservantes para madera y con la industria dedicada a los procesos de impregnación, para evaluar su implementación a nivel industrial, considerando aspectos clave como costos asociados, eficiencia del tratamiento y el cumplimiento de las normativas técnicas y ambientales vigentes”.
También subrayó que será indispensable continuar con estudios en condiciones reales. “A largo plazo, la meta es que esta innovación no solo reemplace preservantes tradicionales con impacto ambiental negativo, sino que también impulse el desarrollo de nuevas formulaciones avanzadas basadas en nanomateriales”, sostuvo.
Por su parte, el director de Innovación de la UBB e Investigador Principal del eje de Bioproductos del Centro, Dr. Mario Núñez, subrayó la importancia de esta adjudicación: “Más allá de ser un reconocimiento al trabajo de la Dra. Aguayo, es también un hito para nuestra universidad. Adjudicar una patente de invención fortalece nuestra capacidad de innovación, protege los derechos de los inventores y facilita la transferencia de conocimiento al sector productivo”.
En términos de impacto social y ambiental, este desarrollo no solo contribuye a reducir la huella ecológica de los tratamientos preservantes y la gestión de la madera impregnada en desuso, sino que también podría mejorar significativamente el desempeño de la construcción con madera en nuestro país, sobre todo, cuando pensamos en edificaciones de mediana y gran altura.
Este logro reafirma el compromiso del Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera y su asociado, la Universidad del Bío-Bío, con el desarrollo de soluciones que impulsen la competitividad y sostenibilidad del sector maderero en Chile y el mundo.