Tras una temporada de incendios que dejó enormes huellas en cuanto a pérdidas, resulta clave buscar entender mejor este fenómeno. Mientras algunos hablan de haber perdido el control del fuego o del rol del cambio climático en su aumento, otros se unen más allá de nuestras fronteras para encontrar soluciones que integren la mayor cantidad de conocimiento.
Hace aproximadamente un año, el día 30 de enero de 2023, una ola de calor sirvió como pieza final para el desarrollo de una serie de incendios forestales en la zona centro-sur del país. Meses después, el Reporte de la estimación de los costos fiscales y económicos de la emergencia por incendios forestales, del Ministerio de Hacienda, estimaría los daños causados por este en 363 mil hectáreas quemadas a lo largo de tres días, equivalentes al 83% de la superficie nacional total afectada por fuego en la temporada 2022-2023, alrededor de 440 mil hectáreas.
Las consecuencias del fuego continuaron hasta largo tiempo después de su extinción, a través de materias como el costo económico, social y fiscal generado. El carbono y material particulado emitido a la atmósfera se estimó en un aproximado de 70 millones de toneladas, el cual tiene un costo social calculado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia de US $32,5 por tonelada de CO2 (cerca de 30 mil pesos chilenos actuales).
En base a esta cifra, el costo social que tuvieron esos 3 días de incendio fue de alrededor de US $2.275 millones, el que se suma al capital económico (706.888 millones de dólares en pérdidas de cultivos, animales y colmenas, entre otros), completando un total aproximado de US $709 mil millones. Al mismo tiempo, el ministerio declaraba en este documento, publicado en abril del 2023, la importancia de capital natural: la valoración económica de los recursos y servicios, para poder dimensiónalos y actuar al respecto.
Este episodio fue, efectivamente, el más potente de la temporada 2022 – 2023, pero no fue el único, compartiendo el escenario con decenas de otros incendios que afectaron a Chile entre noviembre 2022 y marzo 2023. El Equipo de las Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de Desastres (UNDAC), realizó una misión en el país tras la temporada con el fin de fortalecer la capacidad de análisis y manejo de información, además de facilitar la coordinación internacional de apoyo.
Al 21 de marzo de 2023, las cifras estimaron que solo en febrero se registraron más de 406 incendios individuales, con los que murieron 26 personas y cerca de 8 mil perdieron sus viviendas o medios de vida. Además, en las 6 regiones afectadas, desde el Maule hasta la región de Los Lagos, 45 servicios de agua potable rural resultaron dañados por el fuego que, aunque se recuperaron rápidamente, implican un riesgo sanitario para próximos incidentes.
Hoy, con olas de calor que han generado máximas en esa zona del país de hasta 37 Cº, y episodios de incendios que ya han llenado portadas y redes sociales desde noviembre pasado, surge el temor a que se reitere este difícil escenario. Si bien se han tomado acciones preventivas, como el aumento de presupuesto gubernamental al plan Incendios Forestales en un 47%, ¿Cuál es el motivo por el que están aumentando estos fenómenos, y qué se está haciendo al respecto en nuestro país?
Una era con la cual aprender a vivir
En agosto del 2023, el profesor de Ingeniería Forestal y Cambio Climático de la Universitat de Lleida, Dr. Víctor Resco de Dios, bautizó al periodo que hoy estamos viviendo en materia de ecosistemas como el “piroceno”. En el texto, publicado por The Conversation y replicado por BBC News, el experto definió este concepto como un “mundo donde los incendios están sustituyendo al hombre en su rol de escultor de paisajes”.
Esto porque nos encontramos en un momento de la historia donde la humanidad está perdiendo el control del fuego por primera vez desde su conquista, milenios atrás. “Los incendios forestales se escapan con cada vez más frecuencia, estamos dando pasos atrás en su dominio. Ahora es el fuego quien nos está conquistando”, era su reflexión.
Resco señaló al cambio climático como principal responsable de este escenario, opinión a la que se suma el Instituto Mundial de Recursos (WRI en inglés). En un artículo publicado en 2022, este señala que sus efectos inician un ciclo de retroalimentación perfecto para la continuidad y aumento de los fenómenos de fuego, iniciando con el aumento de emisiones de carbono para generar condiciones climáticas más secar y calientes que generen ecosistemas más propensos al fuego y que, a su vez, generan aún más CO2, reiniciando el círculo.
Este fenómeno, descrito por expertos como el científico jefe del Servicio de Control de la Atmósfera Copernicus (CAMS), Mark Parrington, como piroconvección, deriva en ecosistemas menos resilientes y capaces de sobrellevar incendios, atrapados en peores condiciones de sequía y mayores índices de inflamabilidad. Resulta preocupante, además, que esto está hoy afectando a todos los ecosistemas del mundo de manera transversal.
Un ejemplo de esto son los bosques boreales, señala WRI, donde se produjo la mayor parte de la cobertura arbórea consumida por incendios en los últimos 20 años (70% aprox). Si bien el fuego es una parte natural del funcionamiento de este ecosistema, así como de muchos otros, el mayor aumento de temperatura en las zonas de alta latitud ha causado que lugares como Rusia perdieran 5,4 millones de hectáreas de bosque en 2021, 31% más que en 2020.
Resulta aún más alarmante que informes como la versión 2022 del realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) sólo proyectan crecimiento en estos fenómenos (30% para 2050, 50% para finales de siglo. Al respecto, voces expertas indican la necesidad de tomar medidas inmediatas. Atendiendo a este llamado, diversas entidades han desarrollado propuestas y respuestas para atender este problema global. Desde su propia vereda, CENAMAD también ha dado el paso, apoyando y aportando a través de diversas acciones de sus equipos de trabajo.
Abanico de acciones para controlar el fuego
En su rol como centro, CENAMAD reúne a equipos de trabajo del más alto estándar nacional y apoya el desarrollo de investigación de excelencia, nuevas herramientas e instrumentos, y transferencia tecnológica en todas las áreas de la cadena de valor de la madera, permitiendo visualizar y enriquecer esta con un enfoque integral. Esto incluye el trabajo que la línea de investigación de Sustentabilidad y Productividad Forestal, en temas tan contingentes como todo lo asociado a incendios forestales.
Al respecto, el centro ha impulsado y apoyado múltiples proyectos dentro de esta línea de trabajo, que abarcan aspectos importantes para retomar el control del fuego. Los ejemplos significativos de esto fueron las adjudicaciones de proyectos de vinculación internacional (FOVI), entregadas por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), FOVI 220101 y FOVI220029.
FOVI220101 es el código del proyecto conocido como Red Firewall, liderado por el Investigador Principal UFRO-CENAMAD Andrés Fuentes y el Investigador Asociado, también UFRO-CENAMAD, Rodrigo Vargas, junto a investigadores de tres universidades norteamericanas, la Portland State University, University of Montana, y la Montana State University.
El objetivo de este proyecto fue fortalecer el conocimiento desarrollado en ambos países en adaptación y restauración de ecosistemas naturales frente a incendios forestales, además de estudiar el fuego como un disturbio catastrófico común, o conocer experiencias exitosas para replicar en nuestro país.
Para esto, el proyecto se planteó tres principales actividades de vinculación: pasantías del equipo nacional a las tres universidades norteamericanas, una gira de las contrapartes por nuestro país, y el desarrollo de seminarios bilaterales, orientados en la divulgación del trabajo realizado.
Este último se realizó el pasado 11 de enero en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de la Universidad de la Frontera, permitiendo un enriquecedor debate entre actores públicos, estudiantes, y académicos como actividad de la gira de las contrapartes norteamericanas en Chile, incluyendo a actividades como una visita por el parque Rucamanque, administrado por el equipo UFRO.
Por su parte, FOVI220029 corresponde a la creación de la Red de Colaboración internacional para el monitoreo espacio-temporal de los recursos hídricos, los bosques y el suelo, iniciativa liderada por el Investigador Principal UdeC-CENAMAD Rafael Rubilar, junto a los investigadores postdoctorales Efraín Duarte y Dr. Guillermo Barrientos.
Integrada por expertos nacionales e internacionales, esta red se enfoca en promover la transferencia tecnológica y el acceso a la información sobre los impactos del cambio climático en los recursos que abarca, además de promover el intercambio de información técnica y científica sólida y contundente y la discusión que promueva el desarrollo de otras iniciativas de este tipo a través de capacitaciones y pasantías.
Esto se suma a otras dos iniciativas impulsadas por Rubilar al respecto: la plataforma de monitoreo y reporte de incendios “Multiscale effects of extreme forest fires on erosion, water, and biogeochemical cycles in natural and managed forest soils”, y el congreso internacional “Megaincendios: Múltiples dimensiones de los efectos del fuego en los bosques y el territorio”, realizado a finales de agosto de 2023.
La primera, plataforma desarrollada en el contexto del proyecto ANID ACT210060 Anillo FIRing, consiste en una herramienta tecnológica que permite conocer la ubicación geográfica de un incendio y recibir reportes que filtren diversas variables, tales como tipo de incendio y año de ocurrencia, además de análisis territoriales tanto a nivel de división política como geográfica. Esta herramienta facilita la gestión de datos gracias al uso de Inteligencia Empresarial, permitiendo monitorear y reportar los incendios a diferentes escalas en la zona centro sur y sur del país.
El seminario, en tanto, convocó a más de 20 expertos nacionales e internacionales, donde se expusieron múltiples enfoques y presentaciones de investigaciones relacionadas a herramientas y nuevas metodologías para el manejo, detección y monitoreo de los incendios en el país, efectos del fuego en el territorio, y las repercusiones a corto y largo plazo respecto del suelo, aguas, bosques y comunidades, entre otros.
Finalmente, entre los proyectos capital semilla (PCS) 2023, destaca uno enfocado en la evaluación de inflamabilidad de las distintas especies de plantas, visto como una herramienta novedosa para el manejo forestal, especialmente en las zonas de Interfase Urbano-Rural (ZIUR). Este proyecto, liderado por Andrés Fuentes y Octavio Toy (estudiante de postgrado UFRO-CENAMAD), buscará desarrollar perfiles de valor calorímétrico para representar la energía transferida por la vegetación, pensando ésta como un agente de propagación del fuego, y propondrá un ranking de vegetación para estas zonas en base a su inflamabilidad, promoviendo una mayor resiliencia al fuego en las ZIURs.