Expertos advierten que se están repitiendo algunos patrones que antecedieron a los megaincendios de 2017

A la fecha se han registrado más de 1.580 incendios y ya hay 13 mil hectáreas afectadas, sobre todo en la zona centro-sur, como la Región de O'Higgins (en la imagen), una de las más golpeadas hasta el momento.

En la actualidad hay una serie de condiciones, como olas de calor y una mayor vegetación seca, que elevan el riesgo de la severidad de las llamas. No hay certeza de que vaya a ocurrir una situación similar, pero es clave estar alerta.

La temporada estival de 2016-2017 está entre las más destructivas en términos de incendios forestales en el país: entonces, las llamas arrasaron con más de 500 mil hectáreas de bosques y tierras, causando más de 6.000 damnificados y una decena de víctimas fatales, sobre todo en la zona centro-sur del país.

La preocupación por que vuelva a ocurrir algo similar está latente, pues aunque no se puede anticipar con certeza, expertos advierten que se están repitiendo algunas condiciones que antecedieron a esos megaincendios, por lo que conviene estar en alerta.

Así lo estima Miguel Castillo, del Departamento de Gestión Forestal y Medio Ambiente, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile. 'Es incierto determinar si será como 2017, pero un factor relevante es que se concentró mucho daño en el período noviembre-diciembre, algo que no se había repetido hasta ahora'. Es decir, la temporada de incendios se adelantó.

'Antes se limitaban solo a enero y febrero; ahora se expanden a diciembre y noviembre o incluso antes', agrega Alberto Alaniz, académico del Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental de la U. de Santiago, quien precisa que, desde la década del 70, se ha ido produciendo un incremento lineal en la cantidad de este tipo de eventos y en su extensión.

De hecho, un informe divulgado a inicios de año por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el cual participó Castillo, alerta de que el número de incendios extremos a nivel global aumentará en un 50% de aquí a fin de siglo. Chile no es la excepción.

Si bien hasta el momento hay 7% menos incendios que el año pasado a igual fecha en el país, según datos actualizados de Conaf, las hectáreas afectadas aumentaron en 51% en comparación a la temporada anterior. Castillo precisa que en 2017 se dio una situación similar, por lo que 'una baja en la ocurrencia de incendios forestales no implica una baja en la conflictividad de la temporada. Ahora todo indica que las condiciones de peligro van a seguir aumentando'.

Así lo estima también Andrés Fuentes, académico del Departamento de Ciencias Forestales de la U. de La Frontera e investigador principal del Centro Basal Cenamad en el área de sustentabilidad de bosques. 'La temporada de incendios ya partió, ya están todas las alertas activadas. Siempre la zona central de Chile parte bastante antes (…), pasando a la zona centro-sur, y específicamente a La Araucanía y Biobío, probablemente tengamos incendios complejos allá por el mes de enero, febrero o incluso marzo'.

Combustible

Diferentes factores confluyen para ello, agrega Fuentes. Por ejemplo, 'hemos tenido un año mucho más lluvioso, sobre todo en la zona sur'. Si bien eso podría suponer algo positivo, ya que hay más humedad en el ambiente que puede aplacar un poco los incendios, genera diferentes respuestas en la vegetación.

'Hay muchas áreas de matorrales, sobre todo en la parte central y en la parte del sur donde hay muchos pastizales. Las hierbas anuales que forman pastizales, al haber una alta humedad, crecen muy rápido, su biomasa aumenta mucho, porque dada la humedad en el suelo son capaces de crecer dos o tres veces más de lo que crecían en años normales secos', explica.

Al secarse en verano es un material combustible fino altamente inflamable. Si eso se combina con altas temperaturas, como las olas de calor que se han vivido este año como consecuencia del cambio climático, el riesgo es mayor, agrega Castillo, quien precisa que 'normalmente los grandes incendios' también 'se inician en combustibles muy delgados, como basurales, pastizales, desechos agrícolas y forestales'.

Alaniz dice que otro factor importante son las plantaciones forestales, 'extensas, muy grandes y homogéneas, lo que favorece que el fuego se desplace rápidamente'.

Si bien las medidas de adaptación para responder a un incendio son necesarias —este año el Presidente Boric aumentó en 30% los recursos para el programa de incendios—, mediante la compra de herramientas y maquinarias por ejemplo, los expertos enfatizan que no se deben dejar atrás las estrategias para combatir y prevenir que los incendios ocurran y se propaguen.

Por ejemplo, 'bajar la carga de combustible a través de podas, raleos, limpieza de malezas y escombros', dice Castillo.

Entre las medidas de mitigación, Alaniz menciona la importancia de diseñar cortafuegos y fijar cuotas de bosque nativo, 'que tiende a mantenerse más húmedo que las plantaciones forestales (como pino o eucalipto, que sacan mucha agua de las napas); además, son especies adaptadas a las condiciones de la zona, reducen la cantidad de calor disponible en el paisaje, y algunas son más ignífugas, lo que ayuda a retrasar el avance del fuego'.

Factor Humano

El 52% de los incendios forestales en el país es ocasionado por negligencia o un accidente, según estudios realizados por Conaf. Asimismo, un 12% tiene un origen desconocido o está en proceso de investigación, solo el 1% es de origen natural y al menos 'el 35% es atribuible a intencionalidad'.

Frente a estas cifras, algo no menos importante es la educación de la población, señala Castillo. 'Llegar a todos los territorios con mensajes específicos'. Fuentes agrega: 'Lo más importante a destacar cuando uno habla de riesgo de incendio: las actividades humanas son las que finalmente gatillan y determinan que ocurra o no ocurra un incendio'. En tal sentido, afirma, 'la gente es la que tiene que ser responsable cuando salga a hacer actividades al aire libre. Ese es el eslabón que finalmente determina que haya o no haya incendios forestales'.


Nota original de El Mercurio

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